¿Suerte?

La violencia como respuesta (y como pregunta muchas veces) es una lacra que nos rodea, mucho más de lo que queremos ver. No hablo ya de esa violencia que nos meten hasta en los anuncios de papel higiénico, aquella por la que están tan preocupados los padres del mundo…sino de la violencia REAL de los individuos, la locura agresiva que está a la puta orden del día.

La mente humana es difícil de entender, pero los fanatismos y los radicalismos traen consecuencias devastadoras para todos. Nadie gana. Todos pierden. Eso lo sabemos, pero poco hacemos por evitarlo, excepto mirar hacia otro lado y esperar que no nos pille cerca.

Ayer un chico de 21 años estaba en la puerta de su casa a las 8 de la tarde. Ramón, un colega de clase, un tio increíble con un inmenso corazón…y a por eso precisamente fue el desgraciado del nazi, a por su corazón. Una puñalada sin mediar palabra en el sitio adecuado. Sólo hacía falta un cuchillo de cocina, un poco de rencor sin sentido (o quien sabe qué), y una buena dosis de subnormalidad (con perdón de los subnormales). Ahora me pregunto cómo ha sobrevivido a eso, después de una larga y peligrosa operación a corazón abierto. Todavía está grave, pero consciente. Consciente de que a estas alturas de la vida no puedes llevar una cresta sin riesgo real de morir por ello. No defiendo a los punkis, pero si a Ramón, y espero que pillen a ese hijo de la gran puta y se pudra en la cárcel…aunque sinceramente, lo del ojo por ojo no me escandalizaría, aun sabiendo que bajaríamos al mismo nivel de rata asquerosa.

Gracias a no se qué (supongo que a la rápida actuación del Samur y a que no le dio de lleno en el corazón) no estamos llorando la muerte de un amigo. ¿Hacía donde estamos yendo?

David